Desde abril de 2021 ver a miembros de los bomberos, la Policía y Defensa Civil en el río Tunjuelito de Bogotá, era casi ‘el pan de cada día’. Sin embargo, esa tarea que se hacía con el objetivo de hallar a la pequeña Sara Sofía Galván, llegó a su fin infructuosamente.
En las últimas horas los organismos de rescate anunciaron que las labores no continuarán, puesto que no se halló rasgo alguno de la menor durante más de siete meses de trabajos.
“Después de tantos meses, casi ocho, decidimos detener la búsqueda. Solo haría falta un sitio que requeriría de maquinaria especializada. Ya pasaron muchos meses y va a ser prácticamente imposible”, dijo uno de los rescatistas al diario El Tiempo.
Desaparición de Sara Sofía: un enigma que conmociona a Colombia
La búsqueda en el río Tunjuelito inició después de la declaración de Carolina Galván y Nilson Díaz, madre y padrastro de Sara Sofía. Ambos afirmaron que la niña había muerto el 28 de enero y que su cuerpo había sido arrojado allí.
Pero eso no se pudo confirmar al no encontrarse ni siquiera un rastro de la bebé de dos años en ese lugar. Ahora lo que ronda en este caso son preguntas sin respuestas.
¿Qué pasó con Sara Sofía?, ¿Por qué sus familiares dieron una versión presuntamente errada?, ¿Murió verdaderamente?, son interrogantes que tienen tanto las autoridades, como la sociedad civil.
Algunas hipótesis, aún no confirmadas, dan cuenta de que la niña pudo ser víctima del tráfico de menores y enviada hacia Ecuador.
En prisión
Entre tanto, Carolina Galván y Nilson Díaz, quienes según la justicia tienen las respuestas para esclarecer el caso, están privados de la libertad debido a que la Fiscalía les imputó el delito de desaparición forzada agravada.
Recordemos que Sara Sofía estaba bajo el cuidado de su tía materna, Xiomara Galván. Pero en enero la madre la recogió para que pasara con ella un fin de semana y posterior a eso no dio reportes hasta el 18 de febrero para informar que la niña estaba muerta.
Su extraña desaparición hizo que grupos sociales se unieran para salir a las calles y repartir volantes con su foto, a fin de encontrarla. Hasta ahora, todo ha sido en vano.