“Nos toca, por obligación, que ellos hablen después del Presidente. Entonces, si le pido a la Comisión que acompañe al Presidente y los saco de aquí, eso no lo saben. Esa es mi última jugadita…”. Esto fue lo que dijo el ahora expresidente del Senado, Ernesto Macías, que lo llevó a ser objeto de una investigación disciplinaria por parte de la Procuraduría General de la Nación.
Esta “jugadita” de coartar o sabotear la participación de la oposición en el Congreso, era el plan secreto de Macías, pero lo que él no sabía es que eso se convertiría luego en un secreto a voces, toda vez que lo mencionó desde el pódium presidencial sin darse cuenta que aún tenía el micrófono abierto.
Esto sucedió el pasado sábado 20 de julio, minutos antes de que el presidente Iván Duque diese un discurso en el Capitolio para la instalación de la nueva legislatura del Congreso, lo que tendría una réplica por parte del senador Jorge Enrique Robledo, de la cuota opositora en el legislativo.
Por lo antes expuesto la Procuraduría anunció la apertura de una indagación de carácter disciplinario, a fin de determinar “la relevancia” que tuvo esta acción de Ernesto Macías y para ello se colectarán prueban para precisar si puede o no ser sancionado.