Las manifestaciones en Bogotá no cesaron durante la noche del miércoles, 9 de septiembre, tras la salida a las calles de cientos de personas que alzaron su voz en protesta por la muerte del abogado Javier Ordóñez, quien perdió la vida en lo que ha sido considerado un mal procedimiento policial con la implementación de la pistola de descarga eléctrica.
Este accionar desencadenó enfrentamientos con funcionarios policiales y del ESMAD que dejó como resultado, según balance reportado por medios nacionales, de 7 personas fallecidas y 140 heridos, entre los que se encuentran civiles y funcionarios policiales.
La manifestación que se tornó violenta también dejó como saldo decenas de CAI destruidos que fueron atacado con piedras, botellas y hasta fueron incendiados, como señal de rechazo por la ejecución policial que ha causado indignación entre los colombianos.
Las muertes se registraron de la siguiente manera: 5 en la capital y 2 en Soacha. Los cadáver fueron trasladados a la morgue de la localidad y se espera que en las próximas horas den a conocer las identidades completas de las víctimas, de quienes han asegurado que se dirigían a sus casas cuando recibieron disparos que presuntamente provenían de los funcionarios policiales que se encontraban reprimiendo las manifestaciones.
Otro reporte también destaca que el total de CAI vandalizados fueron 49: 45 en Bogotá, 3 en Soacha y uno en Cali.
Señala la Policía, en el informe conocido por este diario que 77 vehículos resultaron afectados. 25 buses de Transmilenio fueron vandalizados y 9 incinerados. Además, de 41 buses del SITP, vandalizados y dos incinerados.
A esto se suma que 8 motos de la policía resultaron afectadas: 4 incineradas en el CAI Molinos, al sur de Bogotá. Además de 9 vehículos de la Policía averiados. En castilla, incineraron una patrulla.