No cesan las protestas en Francia en contra de la reforma pensional

457 detenciones por parte de las fuerzas del orden durante los disturbios en que degeneraron algunas de las protestas contra la reforma de las pensiones, del 23 de marzo en Francia, incluidos 441 agentes que resultaron heridos.


Las cifras fueron proporcionadas por el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien culpó a la extrema izquierda de los hechos de violencia que se produjeron fuera de las marchas organizadas por los sindicatos contra la reforma del Gobierno en una entrevista con el canal CNews.


El ministro subrayó que hay que lanzar un mensaje de condena porque “la extrema izquierda quiere atentar contra la República”, aunque reconoció que no toda la oposición, incluidos los sindicatos, lo ha hecho.


Insistió en apoyar la acción de los 12.000 policías y gendarmes que se movilizaron y “protegieron a los manifestantes” que los sindicatos habían organizado en más de 300 desfiles en todo el país.
Hubo aproximadamente un millón de manifestantes, según sus propios cálculos (3,05 millones, según una de las centrales convocantes).


Sí señaló, sin embargo, que “esta importante movilización va de la mano de una radicalización de una pequeña parte”, en particular “de la extrema izquierda”, que se manifestó tanto en París como en otras ciudades donde hubo importantes disturbios. como Rennes, Nantes, Lorient o Burdeos.

Afirmó que “1.500 vándalos” atacaron a los oficiales con cócteles molotov, adoquines y barras de hierro en París cuando “la marcha sindical estaba siendo encabezada” por el grupo de trabajadores.

El Ministerio del Interior informó de 903 incendios de mobiliario urbano y contenedores que se venían acumulando en algunas zonas de París y otras ciudades desde hacía más de dos semanas a causa de la huelga de la recogida de basuras.

Emmanuel Macron, el presidente, y Élisabeth Borne, la primera ministra, según Darmanin, “están ante todo preocupados por los manifestantes, que han podido manifestarse en buenas condiciones”, en la cumbre de la Unión Europea en Bruselas. Sin embargo, también se mencionó “por la radicalización de una pequeña parte”.

Ante la pregunta de si el clima actual apela a abandonar la ley de reforma de pensiones, respondió: “No creo que se deba retirar este texto por la violencia. De lo contrario, la República no existiría”.

La reforma, que eleva la edad de jubilación de 62 a 64, también fue muy impopular, pero aun así defendió su implementación diciendo: “Hay que ser valiente”.

“La reforma de pensiones es impopular porque demuestra que a los políticos les importa más que solo las próximas elecciones; también les importa la próxima generación.