La cumbre del G7, Marcada por divisiones y crisis geopolítica

La cumbre del G7, celebrada esta semana en Canadá, ha estado dominada por la tensión internacional provocada por el conflicto entre Israel e Irán. Aunque el encuentro tenía como ejes centrales la cooperación económica y el cambio climático, la atención se desvió hacia la situación de Oriente Medio.
El presidente Donald Trump abandonó anticipadamente la cumbre para atender la crisis internacional, dejando sin cerrar las discusiones sobre aranceles y políticas comerciales. Japón, Alemania y Canadá no lograron consenso sobre nuevas medidas frente a Rusia, especialmente en torno a posibles sanciones al gas natural exportado por Moscú.
El Reino Unido, que atraviesa una etapa de estabilidad política poco común tras el Brexit, fue presentado por el primer ministro como “un oasis en medio de la turbulencia internacional”. A pesar de ello, la falta de acuerdos concretos deja al G7 dividido, con una comunidad internacional aún sin respuestas coordinadas ante los grandes desafíos del momento.

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