En muchos países y en un sin fin de culturas, es un hecho cotidiano que las madres utilicen la popular ‘chancla’ como una manera de castigar a los hijos, cuando estos cometen una desobediencia o algo que está fuera de lugar para su edad. Sin embargo, esto ya fue prohibido en Francia, país que se convierte en el Nº 56 en penar los sanciones físicas a menores de edad.
Esta iniciativa fue aprobada este martes por el parlamento francés, luego de haber sido propuesta por el partido MoDem y respaldada por el la tolda LREM, que es la bancada oficial del gobierno del presidente, Emmanuel Macron.
En este sentido, el texto a través del cual entra en vigencia esta ley, aparecerá reflejado en todas las actas de matrimonio, en las que los futuros padres se comprometerán a que su autoridad “se debe ejercer sin violencia física ni psicológica”.
“Ha sido muy largo, hemos perdido mucho tiempo”, comentó la exministra socialista de Familia y actualmente senadora, Laurence Rossignol, que presentó el proyecto hace tres años, y agregó que “la población francesa ha evolucionado mucho y utiliza ya menos la violencia educativa ordinaria”.
Suecia fue el primer país europeo en adoptar esta ley en 1979, seguido por Finlandia (1983) y Noruega (1987). El castigo corporal a los hijos es también condenado por la ONU.