En las últimas horas se dio en Suba, norte de Bogotá, la captura de un joven de 26 años de edad, quien llevaba entre su bóxer dos granadas.
El sujeto fue avistado por una comisión de policías que tenían un punto de control y les llamó la atención ver cómo la persona caminaba rápido y con actitud nerviosa.
De inmediato, los uniformados le dieron la voz de alto y en medio de la requisa el joven pidió que lo revisaran con cuidado porque llevaba los artefactos explosivos.
La confesión alarmó a los policías, quienes con cuidado permitieron que el joven sacara las granadas y las entregara.
Hasta el momento, las indagaciones dan cuenta que las granadas eran de uso privativo y exclusivo de la fuerza pública.
Las autoridades investigan a quién le iba a entregar el arsenal de guerra y bajo qué objetivo. La primera hipótesis apunta a que, posiblemente, los elementos serían comercializados en los mercados negros de Bogotá, que tienen un precio aproximado de 100.000 pesos.
El capturado fue puesto a la orden de las autoridades competentes.