Por: Horacio Garnica Díaz.
Hay un run run callejero y cotidiano presagio de la proximidad del principio de un inatajable quiebre en la historia política colombiana. Todo pende de millones y millones de votos seguros y esmeradamente cuidados y defendidos por preparados y comprometidos testigos de mesas y de escrutinios. Y, todas las alertas ciudadanas contra cualquier intento de fraude.
Quienes siempre han administrado el Estado colombiano e incluso al estilo de administrar un bien privado, ya se juntaron porque ” Todo estaba fríamente calculado ” y sabido. La derecha y la ultraderecha doctrina que el 17 de junio de 2018, se juntó para elegir a un presidente de la república de bajo perfil; hoy nuevamente se juntan en una Coalición de intereses para elegir a un presidente ” que le falta intelecto” según lo califica el destacado economista Salomón Kalmanovitz. Y, tiene razón porque el “Mechudo” candidato de la rancia política, ignora el funcionamiento de las regalías. Y, ante su laberinto conceptual al respecto, ¡la única incoherencia que se le ocurrió fue decir “! plata es plata!”.
En el pasado político algunas coaliciones de partidos de derecha a diferencia de lo que hoy sucede en el país; tenían entre si diferencias. Diferencias apreciables en las dos coaliciones políticas conformadas por los 6 partidos existentes en Colombia en los primeros tiempos del siglo XX. En las elecciones presidenciales de 1896 los 6 partidos de esa época se juntaron en dos grandes coaliciones: ALIANZA LIBERAL y LA COALICIÓN CONSERVADORA. La Alianza Liberal fungió como una coalición progresista y la coalición conservadora enarboló los idealices más tradicionales de la oligarquía nacional.
Desde algún tiempo la institucionalidad del partido liberal representada en el padre de la apertura económica, la apertura educativa, el neoliberalismo y la quiebra de los agricultores; al convivir políticamente con la rancia ultraderecha, ha desteñido los verdaderos ideales de los prohombres del auténtico liberalismo.
No obstante, muchos dirigentes del liberalismo y gente de base de este partido, están con el Cambio por la vida, para vivir mejor y sabroso. Y, no vivir a la cola de los designios de la ultraderecha qué ha dejado a Colombia como si por sobre ella hubiera pasado Atila y su caballo, esto, ha originado una rebeldía al interior del partido liberal
Hay miles de razones para no confiar en la Registraduría Nacional del Estado Civil. Todos los empleados empezando por el registrador Nacional y el Consejo Nacional Electoral pertenecen a cada uno de los distintos partidos de la derecha y la ultraderecha que juntos, apoyan al candidato “‘Mechudo”; a sabiendas que no está preparado para gobernar a Colombia.
Repiten la misma película que cuando eligieron al presidente actual. “Mucho tilín, tilín y nada de paleta”. No se descarta que entre esos empleados existan servidores que le hacen honor a su servicio público.
El fraude electoral no es una práctica política corrupta nueva en el país. En el año 1904 el gobierno de José Manuel Marroquín planeó el denominado fraude de Padilla en la Guajira para elegir como presidente a Rafael Reyes. Renombrado aún es el descarado fraude durante él gobierno de Carlos Lleras Restrepo, en las elecciones cuando se disputaban la presidencia: Misael Pastrana Borrero y el general Gustavo Rojas Pinilla. ” En la noche del conteo de votos; Rojas Pinilla llevaba 1.117.902 votos, mientras que Misael Pastrana acumulaba 1.096.140 y la tendencia parecía indicar la victoria del general. Misael Pastrana logró la presidencia por más de 100 mil votos, lo que fue inmediatamente tomado como un fraude electoral”.
Fraude al amparo de la orden presidencial de suspender las transmisiones radiales de los resultados y del establecimiento del toque de queda en todo el país. El fraude electoral es una mácula en la historia política colombiana. Tener la dignidad de ser presidente de Colombia de manera tan indigna, es un histórico adefesio.
Máxima alerta en el proceso electoral del 29 de mayo, a denunciar a los compradores de votos, a tener el mayor número de testigos de mesa y de escrutinio, a votar temprano y no ir solo, a intensificar la campaña personalizada, a vigilar el comportamiento de las autoridades electorales, a denunciar oportunamente cualquier riesgo electoral. Transpórtese como pueda, pero vote. Y, si tienes carro o moto transporta a otras personas. Colombia tiene que cambiar.
El ambiente político electoral es el de cambiar el rumbo de la historia política de Colombia. La oportunidad llegó. Petro será elegido en primera vuelta, presidente de Colombia y Francia Márquez vicepresidenta, PORQUE EL CAMBIO ES AHORA EN LA HORA DE AHORA.
Montería La Perla del Sinú, mayo 18 de 2022.