Hoy, 4 de julio, Estados Unidos se prepara para celebrar su más grande fiesta: el día De la Independencia. “¡FELIZ 4 DE JULIO!”, tuiteó Trump, prometiendo “una de las celebraciones más grandes en la historia del país”.
En esta oportunidad, la conmemoración de los 243 aniversario de la independencia de la corona británica están inspirados en la misma celebración pero irónicamente al estilo francés. Se mantendrá el desfile por la avenida Constitución y los emblemáticos fuegos artificiales en Whashington.
Entre los cambios está que el centro no será el monumento nacional, sino el monumento a Lincoln; Los juegos pirotécnicos no durarán 20 minutos, sino unos 40; y habrá un paso elevado de los Blue Angels. Además, participarán unos 300 militares, tanques aparcados en el centro de la capital y un discurso por parte de Trump.
Esto en particular no ha calado muy bien entre los ciudadanos estadounidenses, quienes critican que, como nunca antes, la festividad que ha sido más cívica que militar se quiera politizar. También ha molestado que haya asientos reservados para invitados VIP, todos republicanos o importantes donantes de ese partido.
El discurso del mandatario será hacia las 6:30 de la tarde (hora local) desde las escaleras al monumento a Whashington y tiene preocupado al Gobierno, que teme que mucha gente se retire del lugar luego del desfile para no escuchar al presidente.
