EDITORIAL
“Un hombre sin importancia”, así se definía él al terminar su espacio radial de música SOY CARIBE. Melomano y además dueño de una memoria prodigiosa que lo hacía recordar desde temas musicales de antaño hasta los mínimos detalles de la historia de Montería y el departamento de CÓRDOBA; ávido lector de la historia latinoamericana y sus grandes movimientos sociales. Adolfo fue y encarnó a unos de esos personajes de película en su juventud, se retiró de la universidad en Bogotá y abrazó la lucha armada revolucionaria por el influjo de una revolución cubana que llevó a todos los países latinoamericanos la esperanza de un mejor mañana empuñando las armas .
Adolfo era hijo de un político y terrateniente conservador, un ex senador , ex gobernador y ex alcalde de Montería; tenía todo un camino pavimentado para el éxito, pero tomó el camino más difícil en la otra orilla, esa orilla extrema de izquierda para luego tomar un camino más moderado al llegar al PARTIDO LIBERAL COLOMBIANO, donde militó hasta el día de su muerte. Adolfo fue un acérrimo defensor de las ideas liberales y crítico férreo de las estructuras de poder del partido, a los que señalaba de apartarse de GAITÁN Y URIBE URIBE.
ADOLFO, ‘Fito’ como lo llamamos sus amigos entrañables, era indudablemente un personaje de película, su vida personal y familiar fue silenciosa y guardaba sobre ella un celoso sigilo, muy poco decía y muy poco comentaba, tenía un temperamento fuerte pero de una nobleza y un gran corazón que le permitía perdonar y perdonarse a sí mismo por los errores que como todo ser humano tuvo, errores que le recordó la vida misma de los que al final de sus días lamentaba. Pero la vida es así… ¡Llena de aciertos y desaciertos!
A todos nos llega el momento de partir y esperar ese balance general ante el gran ‘ARQUITECTO DEL UNIVERSO’. Amigo y coequipero, esto no es un adiós sino un hasta luego, esto es apenas un cambio de forma, tomaste la delantera hacia lo desconocido, pero hay un legado que muchos seguiremos, y es la dignidad con que se enfrentan los problemas en la vida, incluso exponiendo la propia vida como ADOLFO BERROCAL RUIZ lo hizo. PAZ EN SU TUMBA para un hombre que aunque él no lo quería aceptar, SI TENÍA UNA ENORME IMPORTANCIA.